PINTANDO EN TACONES

miércoles, 26 de junio de 2013

Encuentro en Loja


Hace casi un año, llamaron a Cristóbal del colegio " Primer Ciclo Caminillo" de Loja, para comunicarle que durante todo el curso que acaba de terminar, los alumnos de 6 y 7 años,  iban a estudiar su trabajo y biografía.
Cuando me lo comentó, me acuerdo que no le dimos mucha importancia, los dos pensamos que era algo bonito pero no lo hablamos más hasta la exposición de Granada, donde coincidimos con Mari Carmen, una de las maestras del colegio y quien nos volvería a recordar la iniciativa.
   
Allí, en la Galería de Arte de Rafael Dueñas, nos recordaron que al final del curso el pintor visitaba el colegio para conocerlos, pero como aun faltaba como un mes para la cita, lo dejamos ahí y seguimos con lo nuestro, aunque si comentamos que queríamos ir.

El pasado día18 de junio, sería el día que habían elegido para conocer al artista.

Esta última semana de colegio, para mi, laboralmente hablando, es un poco locura, ya que cerramos la mayoría de los comedores, y hay muchas cosas que dejar hechas antes del último día. En un principio yo no pensaba acompañar a Cristóbal en su viaje maratoniano de ida y vuelta a Loja en el mismo día, pero justo ese día nos llamaron del colegio para decirnos que les apetecía que yo fuera, ya que les habían leído mi blog a los niños y había despertado también cierto interés ( cosa que reconozco me hizo muchísima ilusión). Intenté organizar mi trabajo para, finalmente, poder ir también. ¿Como no?!.


Pensábamos que era una fiesta de fin de curso en la que habría una mención especial a Cristóbal, en la que él tendría que saludar, conocer a los niños y hablar con ellos, en definitiva disfrutarlos un rato. Esta idea fue con la que emprendimos el viaje.
Loja está a tres horas y poco de Murcia. Pensábamos llegar, estar en el acto y volvernos pronto ya que los dos teníamos bastante trabajo el miércoles.

Casi cuando nos dimos cuenta, sobre las siete de la tarde, hora del evento, habíamos llegado. Nos adentramos en el pueblo con ayuda del GPS que nos llevó hacia la plaza de destino "El Pósito". Aparcamos y ya vimos movimiento de gente. Una de las maestras que iba caminando hacía la plaza nos vio, nos reconoció y saludó, e incluso nos guió en el aparcamiento. Después  siguió su camino y nosotros muy tranquilos, vestidos algo informales por el viaje y por lo que pensábamos que íbamos a vivir, nos dispusimos a llegar a la Plaza.

Ya llegando vimos muchedumbre coronada en su mayoría  por niños y aunque bastantes adultos, quedó claro quienes eran los protagonistas de la tarde. Conforme nos íbamos acercando, notábamos como se giraban señalándonos y fue entonces, cuando nos encontramos un poco desubicados sin saber muy bien lo que nos deparaba la tarde.

Enseguida, Mari Carmen, la maestra con la que habíamos coincidido en Granada, su marido y la directora del colegio, nos saludaron, presentaron a demás compañeros y autoridades y nos metieron por una especie de Palacio o eso me pareció a mi. El edificio estaba dedicado a sala de exposiciones y convecciones, concretamente "El Centro de Iniciativas Culturales El Pósito de Loja", un edificio espectacular recién restaurado según nos contaron. Las autoridades nos guiaron hacia la primera planta del edificio, en un salón de actos muy bonito.

Todos los niños que había en la plaza junto a todas las personas que la llenaban, subieron también con nosotros abarrotando la sala.
Nos sentaron en una primera fila y ahí empezamos a ponernos un poco nerviosos ya que no esperábamos algo así, con tanto protagonismo.

Todas las miradas, estaban clavadas en Cristóbal, los niños lo miraban como si de una estrella de fútbol se tratara, o de un rey mago en navidades. Habían estado todo el curso hablando de él, de su biografía, gustos culinarios, familia, amigos...de su vida. Fue tan emocionante, tanto para los niños como para nosotros.

El presentador del acto, empezó haciendo una introducción hablando un poco de la trayectoria de Cristóbal y estuvo chulo pararse en seco durante una hora, con la locura de vida que llevamos y escuchar todas aquellas palabras sobre él, y hacer un poco de balance.
Era el XXIII aniversario que se hacía esta actividad; Cristóbal y yo nos sentimos muy muy especiales.

 De seguido salieron como tres o cuatro niños hablando sobre Cristóbal y formulando unas cuantas preguntas que a veces fueron algo indiscretas -acorde con la inocencia- luego, él contestaría de una forma algo cómica, pero sobre todo, con muchísima ternura hacia ellos.

 
 
Nosotros no dábamos crédito del acto y homenaje que estábamos viviendo.
Todo aquello transcurrió con muchas risas, nervios, aplausos, fotos y miradas que se nos clavaron de todos los niños emocionados.
Cuando ya subió a la tarima el último niño, pidieron que Cristóbal dijera unas palabras y subiera al escenario, pero no sin antes agasajarle con unos bonitos regalos; un libro con cartas de los niños refiriéndose a Cristóbal, un marco de fotos digital, y alguna cosa más.

Cristóbal, con mezcla de nervios, emoción e ilusión, se dirigió a todos con palabras de agradecimiento. Al acabar de hablar, o no recuerdo bien si fue antes de que lo hiciera, me llamaron a mi para darme un enorme y precioso ramo de flores. Luego me contaron que el niño que me lo iba a dar en un principio, no pudo subir de lo nervioso que se puso. Me lo dio una niña preciosa. Entrañable de verdad.

Contestó algunas preguntas, firmó autógrafos y dedicatorias. Los padres le pidieron fotos con sus hijos, habló para la televisión de Loja y le hicieron una entrevista para un periódico. Todo como si no fuera con nosotros pero disfrutándolo muchísimo.
 
 
 
 
 

Cuando terminó lo que es la presentación, bajamos a la Sala de Exposiciones donde estaban las interpretaciones de los cuadros de Cristóbal que los alumnos habían realizado durante todo el curso. Y creo que esto fue lo que más me impresionó.




 


Fue una experiencia inolvidable, muy bonita y digna de copiar por otros centros educativos, de hecho, nos dijeron que la consejería les había otorgado este año la mención especial de Buena práctica educativa y no me extraña.

Desde aquí un abrazo muy grande para los niños del Colegio El Caminillo a todos los maestros que hicieron posible esto nuestra más sincera enhorabuena.
Es algo que vivimos de una manera muy bonita y que se quedará en nuestro corazón para siempre.
Gracias!

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